
Natasha Anello
Head of Marketing en Coderhouse
Inteligencia Artificial y Data
Cómo conectar un agente a un flujo de trabajo real con APIs y LLMs
Publicado el
1 de novembro de 2025
Conectar un agente a un flujo de trabajo real con APIs y LLMs (modelos de lenguaje) permite automatizar tareas, integrar sistemas y crear procesos inteligentes que se adaptan al negocio. En este artículo vas a aprender, paso a paso, cómo hacerlo: desde la preparación inicial hasta la puesta en marcha con ejemplos concretos y buenas prácticas que podés aplicar en tu empresa o proyectos personales.
¿Por qué es importante dominar esta integración?
Automatización real: los agentes pueden ejecutar acciones en distintos sistemas sin intervención manual.
Productividad: un flujo bien conectado reduce errores y libera horas operativas.
Escalabilidad: una API bien diseñada permite crecer o adaptar procesos fácilmente.
Personalización: los LLMs interpretan lenguaje natural y adaptan las respuestas al contexto.
Innovación: integrar IA con herramientas existentes crea soluciones nuevas con impacto directo en el negocio.
Qué necesitás antes de empezar
Conocimientos básicos: entender cómo funcionan las APIs REST y los principios de autenticación (tokens, headers, etc.).
Familiaridad con LLMs: saber cómo enviar prompts, interpretar respuestas y ajustar parámetros como temperatura o contexto.
Entorno de desarrollo: acceso a una API key, un entorno local o en la nube y un flujo de trabajo donde integrar el agente (CRM, ticketing, Slack, etc.).
Cómo conectar un agente paso a paso
Definí el objetivo del flujo: qué tarea concreta querés automatizar (ej. responder tickets, generar reportes o resumir datos).
Seleccioná las APIs involucradas: por ejemplo, la API de tu CRM, base de datos o herramienta interna.
Configurá el agente: establecé la lógica de interacción: qué información recibe, qué consulta al LLM y qué devuelve.
Desarrollá el middleware: un pequeño script o microservicio que conecte el agente con las APIs usando endpoints seguros.
Probá, ajustá y documentá: ejecutá casos reales, registrá logs y definí excepciones (qué hacer si una API no responde).
Ejemplo práctico: Chatbot conectado a un CRM
Imaginemos que querés que un chatbot gestione información de clientes directamente desde tu CRM. El proceso sería:
Obtené las credenciales de la API del CRM (por ejemplo, token o clave OAuth).
Configurá el agente para enviar y recibir datos (consultas de clientes, tickets abiertos, etc.).
Agregá un módulo LLM que interprete la intención del usuario y decida qué endpoint usar.
Validá la respuesta del modelo antes de devolverla al usuario o actualizar el CRM.
Medí resultados: reducción de tiempo de respuesta, precisión y satisfacción del usuario.
Buenas prácticas
Seguridad primero: nunca guardes claves de API en texto plano. Usá variables de entorno o cofres secretos.
Versionado: documentá endpoints, parámetros y dependencias. Así podés actualizar sin romper el flujo.
Testing continuo: simulá errores de red y evalúa cómo responde el agente en esos casos.
Feedback en bucle: analizá logs y prompts para ajustar las respuestas del LLM con el tiempo.
Casos de uso más avanzados
Automatización omnicanal: conectar el agente a Slack, Gmail y Asana para priorizar tareas y generar reportes automáticos.
Procesamiento de datos internos: integrar un modelo que lea documentos o bases y devuelva insights en lenguaje natural.
Asistentes internos: crear agentes que respondan dudas sobre políticas, métricas o procedimientos corporativos.
Preguntas frecuentes
¿Por qué probar el flujo antes de pasarlo a producción?
Porque las integraciones entre APIs y modelos pueden comportarse distinto en entornos reales. Un entorno de staging te permite detectar errores y optimizar tiempos de respuesta.
¿Cómo garantizo la seguridad?
Cifrando las comunicaciones (HTTPS), aplicando tokens de corta duración y permisos mínimos para cada servicio conectado.
¿Qué pasa si una API cambia o deja de responder?
Implementá validaciones y mensajes de error claros. Los agentes deben saber cuándo “pausar” y notificar al usuario o sistema.
¿Se puede escalar a varios flujos?
Sí, siempre que la arquitectura sea modular. Podés replicar la lógica con distintas APIs y LLMs, o usar un orquestador para gestionar múltiples agentes.
Conclusión
Conectar un agente con APIs y modelos de lenguaje deja de ser un experimento para convertirse en una ventaja operativa. Permite construir sistemas que no solo responden, sino que entienden y actúan. Empezar con una integración sencilla y bien documentada es el primer paso hacia flujos más inteligentes y productivos.
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Fuentes y referencias

Sobre el autor
Director de Marketing con más de 10 años de experiencia liderando equipos, impulsando la transformación digital y ejecutando estrategias de crecimiento. Sólida trayectoria en el ecosistema Fintech y de Startups, con roles clave en empresas como Flybondi, Blockchain.com, Simplestate, SeSocio y Coderhouse. Especialista en Growth Marketing, Branding y Expansión de Mercados, con un fuerte enfoque en métricas como ROI, ROAS y análisis de KPIs.
